lo que está prohibido

No hay nada más 
movilizador,
doloroso,
y triste,
que ver que tu viejo no se puede 
nombrar,
recordar,
ni ver en una foto.

No hay nada más
movilizador,
doloroso,
y sorprendente,
que ver que la tristeza no se puede
hablar,
pensar,
ni llamar por su nombre.

No hay nada más
que la prohibición 
de ser lo que nosotros sentimos.

Eso, es mi familia de Montevideo, hoy.


No hay comentarios:

Publicar un comentario